
Las ágatas están compuestas de cristales microscópicos de cuarzo, algunas veces son de un solo color y otras ocasiones las encontramos en bandas de varios colores, lo que dan a muchas variedades distintas. Normalmente se encuentran pulidas en los rios y lagos (sobre todo en Ámerica del Sur). Son excelentes para hacer conexión con la tierra. Existen gran cantidad de ellas, son de muchos colores y su energía es totalmente mágica, con lo cual la historia nos confirma que se han utilizado desde tiempo muy remotos, para atraer buena suerte, como amuletos. Ayuda a un mejor equilibrio entre emociones y cuerpo físico. Da seguridad, autoconfianza y ayuda a la autoestima. En general esta piedra la podemos asociar con la fuerza. Las ágatas se pueden llevar colgadas para potenciar la fertilidad; ayuda a prevenir los abortos, ayuda a aliviar los problemas durante el embarazo; a refrescar el estómago, el hígado e intestinos. Para la falta de equilibrio, fortalecen el corazón, es buena para la circulación y calambres nerviosos (colocar en las piernas). Contra el temor. Pueden colocarse por toda la casa , para atraer cambios. En el centro de la casa trae equilibrio, salud y conexión con la tierra; verdes y marrones. En el este: para proteger a los niños, azules rosas y violetas. En el sureste: para la familia y la fertilidad, azules y violetas. En el norte: para el trabajo, de color rojo-marrones. Las ágatas son piedras que nos fortalecen, ayudan a desbloquear y a eliminar la ira contenida, y haciendote sentir con más paz. Atrae a tu vida relaciones más positivas y más llenas de amor. Te ayudan a amarte a ti mismo y atener más capacidad para amar a los demás. Las ágatas tienen la energía de las hadas, la alegría, entusiasmo, risa, juego, la magia, la naturaleza, la tierra, el sol, el aire, el fuego, la transmutación. Te ayudan a desinhibirte de la vida, a no tomartela en serio. Podemos trabajar con ellas, colocandolas en nuestro cuerpo, ellas irán moviendo la energía a su aire, como crean conveniente. Mueven, paran, se mueven unas y se paran otras. Activan y fijan su energía. Podemos llegar a sentir mucha vibración, el movimiento de ellas en nuestro cuerpo físico. Abren canales energéticos que están bloqueados, y esto hace que haya un cambio significativo en ti, una calibración de quién eres tú. Tú conexión con tu propia Divinidad. Las ágatas se pueden limpiar simplemente con agua, almacenan poca negatividad, y se pueden cargar, o regenerar energéticamente, colocandolas al sol o a la luz de la luna. Podemos colocarlas en los cahkras según su color o por intuición.