Una sesión

Un tratamiento de Reiki  dura aproximadamente una hora y el paciente se tumba  en una camilla, descalzo y vestido. En la sesión se colocan las manos sobre los chacras o en unas posiciones específicas que hay en el cuerpo y así la Energía Reiki fluye. Yo suelo utilizar piedras de ágatas o cuarzos para las sesiones, porque amplifican el trabajo con Reiki, se profundiza más a nivel energético, se colocan las piedras correspondientes en cada uno de los chacras,  y nuestro organismo se beneficia de las propiedades de dichas piedras.
Durante un tratamiento se siente una paz profunda, relajación y bienestar  Muchas personas se suelen  quedan dormidas, aunque ello   no influye para nada en el resultado final.
Se pueden hacer sesiones individuales donde encontraras un bienestar, pero para prolongarlo o sanar alguna emoción estancada o liberarte del estrés es conveniente darse alguna sesiones seguidas, como tres o cuatro ( alternadas en días) y así beneficiarte más de la energía Reiki.
La sesión de Reiki va dirigida a la totalidad del ser, actuando holísticamente en el plano físico, emocional, mental y espiritual.

Beneficios generales que se pueden sentir después de una sesión de Reiki.

Más paz
Liberación de tensiones, más tranquilidad
Disminución de ansiedad, nervios o preocupaciones
Más concentración y estar más en el presente
Mejora en el estado de ánimo
Mayor equilibrio emocional
Alivio de ciertos dolores y síntomas

Mayor energía física, te ayuda a mantener tu nivel de vibración más alto
Más  y mejor creatividad
Mejor capacidad de discernimiento para la resolución de problemas y la toma de decisiones
Mayor conexión y apertura emocional
Mayor creatividad
Desbloqueo emocional.